Acepta tu asignación
Fuiste puesto en la tierra para aportar algo.
No fuiste creado sólo para consumir sus recursos, para comer, respirar y ocupar espacio. Dios te diseñó para que hicieras una diferencia con tu vida.
Fuiste creado para añadir vida a la tierra, no para quitársela.
*Creados para servir a Dios.
Siempre que sirves a otros de cualquier manera, verdaderamente estás sirviendo a Dios y cumpliendo uno de tus propósitos.
*Salvado para servir a Dios.
No servimos a Dios por miedo, por culpa o por obligación, sino con gozo y profunda gratitud por lo que ha hecho por nosotros.
A Él debemos nuestras vidas. Gracias a su salvación nuestro pasado ha sido perdonado, nuestro presente tiene significado y nuestro futuro está asegurado.
*Llamado para servir a Dios.
Tu llamado a la salvación incluye el llamamiento a servir. Ambos son lo mismo. Cualquiera que sea tu trabajo o carrera, estás llamado al servicio cristiano a tiempo completo.
*Se te manda servir a Dios
Esperamos que otros nos sirvan, no al contrario. Pero en cuanto maduramos en Cristo, el foco de nuestras vidas debe cambiar cada vez más para vivir sirviendo.
Si no estás sirviendo, sólo estás existiendo; porque la vida se creó para ministrar. Dios quiere que aprendas a amar y servir a otros con abnegación.
No se trata de cuánto tiempo viviste, sino cómo lo hiciste.
Punto de reflexión: El servicio no es opcional.
Autor: Rick Warren.
Una Vida con propósito