No eres un accidente

Tu nacimiento no fue un error o infortunio, tu vida no es una casualidad de la naturaleza. Tus padres no te planificaron; Dios lo hizo. A Él no lo sorprendió tu nacimiento. Es más, lo estaba esperando.

Dios no dejó nada al azar.

Dios nunca hace nada por casualidad, ni tampoco comete errores. Él tiene un propósito para cada cosa que crea.

El motivo de Dios para crearte fue su amor.

 

Punto de reflexión: No soy un accidente.

 

Derechos de autor: Rick Warren.

Una Vida con propósito 2/42

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