Un lugar al cual pertenecer
Eres llamado a pertenecer, no sólo a creer.
Aunque nuestra relación con Cristo es personal, la intención de Dios no es que sea privada. En al familia de Dios estamos conectados con todos los demás creyentes, y nos pertenecemos mutuamente por la eternidad.
Seguir a Cristo implica participación, no solamente creer.
Ser miembro de la familia de Dios tiene repercusiones y no es algo para ser ignorado casualmente.
-La congregación local
La Biblia dice que un cristiano sin iglesia materna es como un órgano sin un cuerpo, una oveja sin rebaño o un niño sin familia.
LA NECESIDAD DE LA FAMILIA ECLESIÁSTICA
*Ser una familia eclesiástica te permite identificar como creyente genuino.
No puedo decir que sigo a Cristo si no tengo ningún compromiso con otro grupo específico de discípulos.
*Ser una familia eclesiástica te aparta del aislamiento egocéntrico.
Como miembro participante podrás aprender a interesarte en los demás y a conocer la experiencia de otros: “Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y
si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él”.
*Ser una familia eclesiástica te ayuda a mantenerte en forma espiritualmente.
No podrás madurar si sólo asistes a los cultos de adoración y eres un espectador pasivo.
El cuerpo de Cristo te necesita
*La familia eclesiástica evitará que te apartes.
Dios ha dado a los líderes pastorales la responsabilidad de guardar, proteger, defender y velar por el bienestar espiritual de su rebaño.
TODO ESTÁ EN LA IGLESIA
La adoración te ayudará a concentrarte en Dios; la comunión te ayudará enfrentar los problemas de la vida; el discipulado te ayudará a fortalecer tu fe; el ministerio te ayudará a descubrir tus talentos; el evangelismo te ayudará a cumplir tu misión. ¡No hay nada como la iglesia en la tierra!
¿Por qué es importante unirse a la familia de una iglesia local? Porque es en la práctica, no en la teoría, como demuestras tu compromiso con tus hermanos y hermanas. Dios quiere que ames a personas reales, no ideales. Puedes pasarte toda tu vida buscando la iglesia perfecta, pero nunca la encontrarás. Dios nos llama a amar a los pecadores como Él nos amó.
Punto de reflexión: Soy llamado a pertenecer, no sólo a creer.
Derechos de autor: Rick Warren.
Una Vida con propósito