Equilibra tu vida
Benditos sean los equilibrados, ya que superarán a todos.
Los cinco propósitos de Dios para tu vida:
1.- Ama a Dios con todo tu corazón: fuiste planeado para a gradar a Dios, así que tu propósito es amar a Dios por medio de la adoración.
2.- Ama a tu prójimo como a ti mismo: fuiste formado para servir, así que tu propósito es mostrarles amor a los otros por medio de tu ministerio.
3.- ve y haz discípulos: fuiste hecho para una misión, así que tu propósito es compartir el mensaje de Dios por medio del evangelismo.
4.- Bautizándolos en …: fuiste hecho para la familia de Dios, así que tu propósito es identificarte con tu iglesia por medio del compañerismo.
5.- Enseñándonos a hacer todas las cosas…:fuiste creado para llegar a ser como Cristo, así que tu propósito es crecer hasta la madurez por medio del discipulado.
Un gran compromiso con el gran mandamiento y la gran comisión te hará un gran cristiano.
La mejor manera de equilibrar los cinco propósitos en tu vida es evaluándote periódicamente.
Cualquier problema que ocurra, recuerda que Dios lo usa para cumplir los cinco propósitos en tu vida: los problemas te impulsan a enfocarte en Dios, a acercarte a otros en compañerismo y a construir un carácter como el de Cristo, proveyéndote un ministerio y dándote un testimonio. Cada problema ocurre con un propósito.
-Enseña a otros.
Si quieres continuar creciendo, la mejor manera de aprender más es enseñándoles a otros lo que has aprendido.
-Todo es para la gloria de Dios.
La razón por la cual enseñamos lo que aprendemos es para darle gloria a Dios y contribuir al crecimiento de su reino.
Punto de reflexión: Bendito sea el equilibrio.
Autor: Rick Warren.
Una Vida con propósito