No se trata de ti.
El propósito de tu vida excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad, o incluso a tu felicidad.
Naciste por su voluntad y para su propósito.
Existes tan sólo porque Él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Sólo en Él encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito, nuestro significado y nuestro destino.
¿Qué puedo hacer para recordar que la vida consiste en vivirla para Dios y no para ti mismo?
Punto de reflexión: No se trata de mí.
Derechos de autor: Rick Warren.
Una Vida con propósito 1/42