Planeado para agradar a Dios
Fuiste planeado para agradar a Dios.
En el momento que llegaste al mundo, Dios estaba allí como un testigo oculto, sonriendo porque naciste.
Existes para el beneficio, gloria, propósito y deleite de Dios.
El primer propósito en la vida debiera ser agradar a Dios con tu vida, vivir para complacerlo.
Todo lo que hagas para complacer a Dios es un acto de adoración.
La adoración es un estilo de vida.
La adoración es mucho más que música.
La adoración no es para beneficio propio.
Cuando adoramos, nuestro objetivo debería ser complacer a Dios, no a nosotros mismos.
Cualquier actividad puede transformarse en un acto de adoración cuando la hacemos para alabar, glorificar y complacer a Dios.
Punto de reflexión: Fui planeado para agradar a Dios.
Derechos de autor: Rick Warren.
Una Vida con propósito