Desarrolla tu amistad con Dios
Estás tan cerca de Dios como lo decidas.
Dios no espera que seamos perfectos, pero sí insiste en que seamos completamente sinceros.
Si quieres ser amigo de Dios, debes ser sincero con Él, comunicarle lo que de verdad sientes, no lo que piensas que deberías sentir o decir.
Obedecemos a Dios no por obligación, temor o compulsión, sino porque lo amamos y confiamos en que sabe lo que es mejor para nosotros.
Obedecemos por amor, porque nos ha perdonado y liberado, y ¡nuestra obediencia nos llena de gozo!
Si somos amigos de Dios, nos deben importar todas las personas a nuestro alrededor porque también preocupan a Dios. Los amigos de Dios les hablan a sus amigos acerca de Dios.
La amistad íntima con Dios es una opción, no es una casualidad. Debes tener la intención de buscarla.
TU RELACIÓN MÁS IMPORTANTE
No hay nada, absolutamente nada más importante, que cultiva la amistad con Dios. Es una relación que durará para siempre.
Recuerda, es tu decisión. Estarás tan cerca de Dios como lo quieras.
Punto de reflexión: Estoy tan cerca de Dios como quiero estar.
Derechos de autor: Rick Warren.
Una vida con propósito